miércoles, 18 de noviembre de 2009

la doncella y su estupor de ancianos
y aquí finaliza el mediodía de los niños
en un estado de providencia absoluta o en un estado de mentira apacible
y la doncella y su estupor de ancianos




el reloj miente a horario justo el instante del pecado
antes que el tropel del verano caiga en la intensa cirugía del hombre cansado de regalar plegarias a todos los santos de su imaginación
oh niño vestido de fe!
crees aún en los mares que añoran sus barcas asesinadas por las navajas del amor?


cómo detener esta música esa cadencia endemoniada de acordes nítidos esa semblanza de estepa aturdida que se destruye en los tímpanos?
cómo no destruir la cabeza contra las páginas cómo no lanzar un alarido de temor enloquecido contra ese sediento pentagrama?
y vuelve a reír el milagro y no oigo la decepción de la noche y no es de esta tierra y no es de mi sangre y mi sangre es una mancha en los ojos que desfigura la esperanza de un majestuoso traidor similar al mundo


Alejandro Fouquet
camino y no existo más que para los míseros
soy arroyo refulgente y los crepúsculos nada tienen que ver con mis impericias respecto del amor
y las opresiones oh las depresiones y disminuciones y subastas oh las niñas castas y los oprimidos y los sufrimientos inherentes a un titiritero engañado del tiempo
viviría feliz en el Vesubio aunque carezco de magia para pensar en tales desproporciones
qué verdad? nosotros no la sabemos decir
cuántas mentiras? no las sabemos crear
ignorantes con soluciones simples cual rayo de sol
ah poetas idiotas! para qué tanta arquitectura tanto retorcimiento de vísceras? filosofías filosofías paso tras paso del hombre
del hombre que jamás descubre al hombre
quisiera para mi pálido final una pira
ah si tan sólo soy yo!
estará bien el fuego
y por si acaso
agua bendita





Alejandro Fouquet.